gf1703aba4dcd37d9ef16427341011078a43b0b835e8f673d7e5c56e2f043b6682e22aa3a5dfd02a50b2ddeaa55f926ecf1454a07b8a3776635d8763deced3f7b_1280-1001655.jpg

La trampa de la madre perfecta

6 comentarios en “La trampa de la madre perfecta”

  1. Uufff que difícil, muy difícil frenar y ponerse a pensar en lo que estamos haciendo cuando después de tantos años lo hacemos como nos enseñaron. Muchaas veces en el día siento que hago cosas que no debería y trato de cambiarlo pero muchas no lo logro. Quizás comenzando con pequeñas cosas ayude. Deseo que mis hijos dejen a un lado esas “exigencias”. De eso estoy segura!!! Me encanta leerte! ❤️

    1. Tan importante y tan difícil de lograr esa mirada propia, y ajena a la vez, ante una situación que atravesamos. Verlo desde otra perspectiva. Tomar distancia de uno mismo por un momento para lograr encontrar esa respuesta que surge tan claramente. Estaba ahí, pero oculta detrás de miedos probablemente. Creo que lo externo juega un papel crucial. Hasta que no entendamos que la única persona a la que tenemos que impresionar es a nosotros mismos, siempre vamos a estar condicionados en nuestras acciones y decisiones. ¡Soy tu fan! ❤️

      1. Hola, Euge. ¿Cómo estás? Muchas gracias. Yo creo que lo difícil es darnos cuenta de que estamos hechos de fragmentos ajenos que se mezclan con nuestra esencia. Una vez que aceptamos esa influencia ajena, es fácil notarla, porque se siente dentro nuestro cada vez que nos incomoda alguna decisión o accionar. La clave está en la pregunta ¿qué hago con este malestar? ¿Sigo como un autómata hacia adelante o freno para reflexionar y cambiarlo?
        Concuerdo 100% con que tenemos que impresionarnos a nosotros mismos y para conseguirlo es crucial que actuemos en consonancia con nuestras creencias.
        ¡Te mando un abrazo!

    2. Hola, Agus. ¿Cómo estás? Te entiendo, nos parece difícil o hasta imposible porque estamos muy acostumbradas a nadar con la corriente, pero la verdad es que no es ni una cosa ni la otra. Cuando una decisión o una reacción te hacen ruido, probablemente, sea porque no estás vos detrás de ella. Te propongo identificar ese malestar en el día a día con pequeñas cosas y preguntarte: ¿realmente me molesta esto? ¿soy yo quién quiere esto o lo otro? Y si te respondés que no, soltar esa forma y crear una alternativa que te haga sentir liviana y te traiga paz.
      ¡Te mando un abrazo!

  2. A mí también me pasaron el manual de la madre perfecta, pero nunca pude cumplirlo,así que me límite a ser madre,cómo me gustaba a mi,y como pensaba que era lo mejor , habría que preguntarle a mis hijos como se se sintierion con eso

    1. Hola, Lau, ¿cómo estás? Yo creo que cuando uno se siente bien transmite ese bienestar a los otros. Me imagino que haber seguido tus propias reglas debe haber sido súper satisfactorio, a pesar de las dudas, y es imposible que tus hijos no hayan sentido el efecto de esa armonía.
      ¡Te mando un abrazo!

Dejá un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio